La agencia Reuters reseñó que el gobierno de Estados Unidos comenzó a expulsar a los inmigrantes detenidos cerca de la frontera con México a zonas lejos de donde son capturados, de acuerdo con testigos del medio de comunicación.
La medida responde a la negativa de las autoridades de Tamaulipas, estado en México, de aceptar el regreso de las familias migrantes con niños pequeños.
Algunas de estas familias fueron capturadas en el Valle del Río Grande, en Texas, de donde fueron llevadas a El Paso en avión. Luego retornadas hasta el puente internacional a Ciudad Juárez, en México, narraron las propias familias.
La distancia del sitio de detención y de regreso a suelo mexicano es de unas 800 millas (1 mil 300 kilómetros), evidenciando cómo la administración de Joe Biden endurece su enfoque hacia la migración en la frontera sur.
Según Efe, solo el viernes fueron deportados 149 migrantes centroamericanos a través del puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, en Ciudad Juárez.
“Hay quienes quieren regresar a su lugar de origen, hay quienes esperan aquí para tener asilo político en Estados Unidos, aunque se les dice que no se sabe cuánto duren las restricciones para tener regularizada su situación”, dijo a Efe Enrique Valenzuela, coordinador general de la Comisión Estatal de Población de Chihuahua.
Trascendió que a estas personas las autoridades mexicanas les llevan a diferentes albergues y se les brinda orientación sobre su estatus migratorio, aseguró Valenzuela.
Durante la última semana, un fotógrafo de Reuters observó el arribo de decenas de familias migrantes llegar en aviones a El Paso, antes de comenzar a cruzar hacia México. Entre los trasladados había niños pequeños y bebés en pañales.
Los propios migrantes contaron a la agencia que fueron despertados durante la noche por funcionarios estadounidenses, quienes les pidieron abordar autobuses hacia el aeropuerto sin precisar el destino del viaje.
Los traslados fueron confirmados por Landon Hutchens, vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quien explicó que en Valle del Río Grande quedaron sin capacidad para procesar a las familias migrantes. Ahora son enviados a Laredo, en Texas; y San Diego, California.
Fuente: El Tiempo Latino